19 de febrero de 2009

Esa si me llega

¿Cuántas veces hemos dicho al escuchar una canción que nos recuerda a alguien... esa si me llega?

La música tiene un poder enorme, ya que a veces nos transporta con nuestro primer amor, a la secundaria con nuestros amigos, al viaje a la playa sin familia, al primer baile con el niño que nos fascinaba, a la primera pérdida... Sigo sin comprender cómo la música nos transporta tan fácilmente a esos momentos como si los estuviéramos viviendo de nuevo. A veces me da escalofrío la letra de ciertas canciones, ya que dicen justamente lo que estamos sintiendo o viviendo en cierto momento de nuestra vida.

Debo confesar que yo no puedo evitar llorar con la canción Amor Eterno, ya que un coro la canto en el funeral de mi mamá, o la canción Goodbye my lover, Goodbye my friend que me recuerda al único hombre que ha podido tocar mi alma y mi corazón, y así podría seguir la lista de recuerdos.

Pero sin la música, la vida sería un poco simple ¿no creen?, ¿alguna vez han pensado realizar el soundtrack de su vida?, ¿qué género sería el que predominaría en su historia?... Yo la verdad, tengo la primera canción para mi cd personal, puede que suene triste, pero al escucharla me recuerda que dentro de mí hay mucho amor que tal vez algún día se lo pueda entregar a alguien.

Escúchenla... ojalá les guste.

18 de febrero de 2009

El inicio...

Siempre había tenido la curiosidad de escribir un blog, yo lo describiría como un diario personal-público... al terminar el diseño me invadió la primera duda ¿cuál sería mi primer tema?. Hay tantos pensamientos, deseos, comentarios y sensaciones que me gustaría sacar de mi ser y poder plasmarlas en papel, sin embargo... es difícil.

Lo único que tengo en mente en estos momentos son cuestionamientos... ¿qué estoy haciendo?, ¿quiero que todos se enteren de que pasa por mi mente?, ¿quiero compartir una pequeña parte de mi luna personal?, ¿conoceré personas que coincidan conmigo?, ¿o tal vez estoy cayendo de nuevo en mi debraye lunático como me gusta llamarle?... simplemente no lo sé, pero esa respuesta es lo que me emociona. A poco no te ilusionabas con Santa Claus de niño, ese señor regordete que vivía en el Polo Norte... pero lamentablemente esa sensación de podernos asombrar con el más mínimo detalle la hemos ido perdiendo con los años.

Ojalá este espacio nos sirva para poder recupera esa capacidad de asombro y poder disfrutar la vida al máximo, aunque claro, no todo puede ser color de rosa... ¡¡pero que más da, sigamos en nuestro debraye lunático!!